jueves, 1 de octubre de 2009

Imág. secundarias de la Pasión según Sevilla.(VI)




foto archivo euroresidentes


VI. ESCLAVO Y NEGRO...ER DE SAN GONZALO ("El negro que tenía las cervicales blancas")


La fealdad de algunas figuras secundarias de la Pasión según Sevilla tiene un claro y evidente propósito: hacernos ver a todos que los judíos, además de feos, eran perversos.

En Sevilla sabemos que los judíos fueron los malos en el ajusticiamiento de Jesús y les vemos apresarlo, calumniarlo, pegarle bofetadas y hacerle un montón de barbaridades antes de condenarlo. Y pa colmo, sortaron a Barrabás antes que a Jesús, habiéndoles dao a elegí como hizo buenamente Pilatos...(¡Si es que lo de los judíos!).


En cambio, a los romanos que también participaron en todas las torturas (incluso de forma más directa) los tratamos mejor, los imagineros los hacen más bonitos, los visten con buenas ropas y les colocan espléndidas corazas que deslumbran nuestros ojos y causan admiración...(¡Hombre, es que los romanos, al fin y al cabo, como eran una fuerza de ocupación extranjera en Judea se dejaron llevá por los judíos que sabían má der tema!).


Por último, vemos el tratamiento que se le da a la raza negra en la Semana Santa, a los esclavos negros que aparecen en algunos pasos y que gozan verdaderamente de la simpatía y el cariño sincero de casi todos los sevillanos. Pero hay en Sevilla una figura secundaria y negra en lo arto de un paso que lo que le hicieron no está en los escritos. Es de recochineo puro y duro. Esta figura, olvidada por muchos, es el esclavo negro de la Cofradía de San Gonzalo. A la raza negra, pobres, no les ha ido precisamente mejor que a los judíos a lo largo de la Historia. Si los judíos han sufrido persecución, los negros han sufrido la esclavitud desde antiguo. Y los judíos cuando tuvieron una mijita de podé también pusieron a los negros a hacé labores ingratas...(¡No, si lo de los judíos!).


Pues bien, aquí está el esclavo negro de Caifás, el malaje, el sumo sacerdote, er que quería que er Señó dijese que él era el Hijo de Dios pa rasgarse las vestiduras y condenarlo por blasfemia. En el paso están Caifás y otras figuras. Todo normal. Pero si te fijas bien (un poco mejor si te alejas del paso) hay un esclavo negro agachado en el centro que soporta un libro tela de gordo sobre su cabeza...¡Hay que tené mala idea!.

El esclavo negro de Caifás soporta un tocho de tomo y lomo, de groso calibre, sobre su cabeza y en cuclillas, en una pose infernal. Ese negro ni siquiera sabe lo que lleva en lo arto (la Torá resumida) porque si llevara una palangana o un cántaro por lo menos sabría para qué sirve su esfuerzo. En la Semana Santa de Sevilla aparecen otros esclavos negros, pero ninguno como él. No me extrañaría nada que, en estos tiempos que corren de buena voluntad y hermanamiento entre las razas, se fundara una ONG sevillana cuyo fin sea liberar, de una vez, ar negro de Caifás de ese libro malicioso que parece un Espasa-Calpe (son capaces los notas, hasta de trincá una subvención oficial).
Además, es curioso, miras al negro de Caifás y de negro solo tiene el color. Pocos rasgos nos llevan a África, hasta el pelo lo tiene agraciado er tío, en lugar de muy rizado...
Quizás el imaginero que diseñó la escena, para volver a demostrar que los judíos eran perversos y conociendo de antemano la simpatía que irradian aquí los negros, decidió colocar al negro de Caifás soportando ese pedazo de libro en la cabeza y humillarlo tela para que los sevillanos nos acordaramos de to los judíos al ver a aquella criatura sufriendo en sus cervicales el Talmud y la Torá... quizás lo decidió a última hora y agachó a una figura y la barnizó de negro caoba para conseguir ese logrado efecto...Sí, ese, ya sabes cuál...el mismo que provocaron hace siglos y aún hoy día provocan las monumentales narices hebreas de las figuras secundarias y malvadas de la Pasión según Sevilla.


(Texto publicado en la web cofradespasionensevilla el 16 de Marzo de 2009)


Apostilla chubasquera: El pasado (por agua) Lunes Santo de 2012 el Negro de San Gonzalo se quedó sin plástico que lo tapase cuando a todas las demás figuras del paso las protegieron de un intenso chaparrón primaveral. Ni siquiera se dieron cuenta de su presencia en el paso. A raíz de este hecho, el Negro de San Gonzalo adquirió una mayor simpatía por parte de los sevillanos, que se pusieron en su pellejo (es un decir, digamos en su encarnadura polícroma oscurita) y se preocuparon mucho más por él. Al negro de San Gonzalo le cayó agua... fuerte y flojo, aunque él se tapa un poquito con el Libro de las Profecías que porta. Ese tocho de infinitas páginas en el que consta, de manera profética y por escrito, que la Semana Santa de Sevilla de 2012 iba a ser un poco pasaíta por agua.

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