Pensaba Borges que la imagen del dios nórdico Odín, sacrificado a sí mismo, pendiente de un árbol y herido de lanza en el costado, evocaba invenciblemente a Jesús. Del mismo modo, podemos pensar que el tema "El joven que tenía una espina en el costado" (un joven herido en su costado, con espinas, con un mensaje de amor incluso para los que no creen en él...) sugiere invenciblemente la imagen de Cristo.
Los Smiths aseguraban que los jóvenes con la espinita clavada eran ellos mismos, muchachos tímidos y sensibles, en aquella vorágine de la industria discográfica independiente británica a principios de los 80, donde la genialidad y la poesía eran moneda de uso común en aquella movida donde surgieron grandes grupos pop (a Ian Curtis, líder de Joy Division, llegaron a compararlo con William Blake).
Pero no está del todo claro que ellos quiseran evitar estas especulaciones religiosas sobre dicho tema, porque en el vídeo oficial de la canción aparecen ciertas sombras o figuras que se dirían estar crucificadas.
Nos quedaremos con esta muestra del talento y la genialidad de The Smiths, y por ello lo festejamos enormemente.
Aunque puede que su canción no tenga nada que ver con... seguro que a Morrisey, exlíder de los Smiths no le van muchos estos temas.
