lunes, 30 de septiembre de 2013

Las Cenas de Sadao Watanabe: Cenas con sabor a sushi y sake.




Sadao Watanabe fue un pintor japonés que falleció en 1996, a la edad de 83 años.
Toda su obra es una delicia. Antiguo y Nuevo Testamento son sus temas preferidos.
Pero si hubiese pertenecido a alguna cofradía, Sadao Watanabe hubiese sido (sin lugar a dudas) hermano de La Cena. Mirad esto:




























E hizo más pinturas dedicadas a la Última Cena... porque era su tema preferido.
En todas ellas Cristo y los doce apóstoles comparten el pan y el vino, pero nunca falta el pescado crudo o sushi y las botellas de sake. Watanabe puso la mesa con las viandas típicas de su pueblo. Los comensales visten kimonos japoneses. San Juan reposa su cabeza en el hombro del Señor. Judas casi siempre agarra su saquito de monedas que esconde tras su espalda. Los demás apóstoles lo miran descaradamente e incluso alguna vez lo señalan, reconociéndolo como el traidor del grupo. Aunque sus trabajos parezcan muy similares, cada uno de ellos resulta único por el juego de miradas entre los protagonistas, las poses que adoptan, y los detalles que recrea. Así son las últimas cenas que pintó Watanabe, un pintor japonés y cristiano, que hubiese sido un buen cofrade en algunas de nuestras hermandades de la Cena. En Sevilla le hubiese gustado mucho la plaza de los Terceros. Y seguro que también hubiese disfrutado mucho con este fragmento de pregón tan culinario y tan sevillano:

"Qué sevillana será que por pan lleva La Cena dos teleras de Alcalá.... Si Judas se ha alevantao es que va a comprar el hombre los rábanos y el pescao." (Antonio Burgos)

Sadao, al igual que hicieron todas las culturas del mundo y sus artistas, hizo suya y,  japonesa en este caso, la Pasión de Cristo. ¡Y habrá algo más japonés que estar sentado en el suelo con unos kimonos, unas botellas de sake y un buen sushi!


Pd: Watanabe creía firmemente en el Arte Popular y quiso que sus obras estuviesen expuestas en lugares públicos y comunes para que las disfrutase el pueblo:
 "Me gusta más verlas expuestas en donde la gente normalmente se reúnen, ya que Jesús trajo el evangelio para el pueblo".

Imaginé que una tertulia cofrade le encargase su cartel para la Cuaresma del 81.







Texto original publicado en la web cofradespasiónensevilla el 14 de Marzo de 2012.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Vídeos musicales para cofrades: "El diablo en el ojo" (Tindersticks)



Lucas 22,3: "Satanás entró en Judas, el llamado Iscariote, que era uno de los doce."  


Un seguimiento al Judas de Cecil B., envuelto en "El diablo en el ojo". Temazo de los Tindersticks que finaliza con la lectura de un párrafo del relato homónino del mexicano Jesús Gardea.



lunes, 16 de septiembre de 2013

Al final, ni por sargento ni por Macías ("¡Otra! ¡Otra!" Ángel Bueno para La Unión, 1926)



"¡Otra! ¡Otra!"

¡¡Otra!! Grita la multitud. Una legión de muchachos rodea al caballo.
El pobre animalillo vencido ante estos homenajes populares, caracolea cuidando de no pisar a nadie.
El sargento Macías (aunque llegue a generalísimo siempre será para sus admiradores el sargento Macías) levanta la mano como si fuera a brindar por todos los presentes, envuelve su mano en el bordado del banderín (regalo honroso de sus partidarios) y puntea otra saeta.
"Ahora es por seguiriya" nos dice uno de los que forman la corte callejera del simpático jefe de trompetas.
Se hace un silencio a la medida. Se contienen todas las expresiones y suena el clarín, llevando la nota herida del último tercio hasta el otro confín.
Adelanta la cofradía unos pasos y la misma ola humana apretuja entre sus entusiamos al corneta.
¡Otra, otra!
¡Aquí! Le ofrecen una copa, otra, ciento... el divo no acepta.
En una calle estrecha la gente se apiña. Unos chiquillos llevan a otro de corta edad en alto. El caballo apresado por el gentío se levanta de manos. Puede ocurrir una desgracia. EL chiquillo ondea como un banderín, está a punto de caer al suelo. El sargento Macías lo prende en el aire, lo sienta en su silla, y entona otra saeta.
El chiquillo sonríe triunfalmente. Se ha forjado un nuevo héroe popular...


(Ángel Bueno, periódico La Unión 1926. Artículo obtenido del escaneado y "zoomneado" de imagen incluida en la obra "El Poder de las Imágenes" editado por Diario de Sevilla.)


 Resulta muy curioso comprobar en este pequeño y maravilloso artículo, que al final el famoso sargento Macías no pasase a la historia de las cofradías ni como sargento ni como Macías, sino como el célebre Brigada Rafael. E inocentemente pensaba Ángel Bueno que, aunque el gran ídolo de la corneta ascendiese y llegase hasta generalísimo, sus fervientes partidarios siempre lo recordarían como el sargento Macías (¡Glup!) Estas son las cosas que tiene el destino que a veces es caprichoso. Y es que esto es algo muy típico entre los cofrades, el pensar que lo que nosotros estamos viviendo o hemos vivido tan intensamente es como un momento cúlmen en la historia de las cofradías y que nada de eso cambiará y que todo seguirá siendo así para siempre (así al menos lo será en nuestra memoria). Pero luego resulta que muchas cosas cambian con el mero paso del tiempo, incluso hasta aquellos nombres por los que conocíamos a las personas o a las cosas.

 ¡Pero si hasta algunas de las imágenes sagradas de nuestra Semana Santa vieron cambiados los nombres de sus advocaciones con el paso del tiempo (a veces fue cuestión de olvido y siglos, pero en otros casos estos cambios fueron mucho más rápidos y motivados por otras cuestiones de menos peso), cómo no iba a cambiar en pocos años el nombre (elegido para la gloria) del bueno de aquel sargento Macías!

En cuanto a lo de ser un ídolo de la corneta, genial en sus toques y solos, aclamado por el público... existe cierta analogía con alguno de los grandes cornetas que han acompañado o acompañan los pasos de Cristo, y los debates que sus geniales "solos" generan. Parece que para algunos críticos más valdría que estos cornetas fuesen algo más mediocres en sus virtudes, y para ello emplean su célebre reductio ad: "es que lo importante es lo que va arriba del paso". ¡Toma, claro! ¿pero qué pasa? ¿que tocar muy muy muy bien la corneta es algo por lo que tuviesen de pedir perdón? Esta gente ven el revuelo que formaba el brigada Rafael tocándole a los pasos y se nos ponen malos de los nervios. En fin, que cualquier debate sobre la actualidad es siempre anacrónico, pensaba Borges. 


P.D.: El sargento Macías no llegó jamás generalísimo, pero por sus virtudes con la corneta sí pasó a la historia del acompañamiento musical cofrade con el célebre nombre de el brigada Rafael. Al ascender en el escalafón militar su fama permutó también su apellido por su nombre. Y el sargento Macías quedó casi irreconocibe por el brigada Rafael. Aunque sabemos que para su corte callejera de admiradores y partidarios, incluso para aquel chiquillo que salvó ese día de una buena caída, sería para siempre (aunque llegase a generalísimo) el simpático jefe de trompetas: el sargento Macías.





sábado, 14 de septiembre de 2013

Vídeos musicales para cofrades: "El signo de la Cruz" (Décima Víctima)



Décima Víctima cantándole al signo de la Cruz. Uno de sus mejores temas, aún hoy versionado por tantos, para este 14 de Septiembre. Además, lo acompañamos con un cartel de la genial El Signo de la Cruz, película del maestro de maestros, el gran Cecil B. Demille.


miércoles, 11 de septiembre de 2013

Sayón, tu rostro mañana... (Desconchados selectivos)

(Escaneado del programa de cofradías 1989 de Caja San Fernando)

Quería hacer un post sobre la Caja San Fernando, una caja muy cofrade que siempre nos acercó la Semana Santa en sus numerosas exposiciones, actos, fascículos de cuaresma, programas de mano, etc. Y me encontré con el programa de mano de las cofradías que prepararon para el año 1989. En su portada y contraportada se fotografiaron antiguos y preciosos azulejos de viacrucis, de una belleza sencilla, que representaban escenas de la Pasión y Muerte del Señor.

Si observáis arriba en el de la flagelación, las caras de los sayones están todas desconchás, estando perfectamente conservado el resto del azulejo.
Y es que hace siglos la gente tenía como práctica habitual rascar las caras de los sayones en los azulejos pasionistas. Pensarían que "quien rasca la cara a un sayón obtiene mil años de perdón", o algo así. Y que además de desahogarse contra él, ganarían una suerte de indulgencia. Es decir, y perdonando la burda comparación (ustedes que son tan benévolos me lo perdonen), como en el "Rasca y Gana" de la ONCE pero con las caritas de los judíos y sayones. Sin premio directo en este mundo terrenal, aunque sí con cierta esperanza de ser por ello bien recompesados algún día. O quizá, algo mucho más importante, el ser eternamente recompesados en el otro mundo, en el reino celestial.

 Lo cierto es que muchos de nuestros antepasados no se reprimían y sacaban sus navajas para rascar de forma selectiva los rostros de los sayones y demás personajes malvados, procurando con un exquisito cuidado no dañar el resto de la escena. Esta bien claro que no estamos ante un mero gamberrismo de caracter religioso. Nada de eso. Si bien para el caso de los romanos, aunque algunos de ellos tampoco se libraron de estas prácticas, esto fue algo menos frecuente (¡Hombre, es que los romanos, al fin y al cabo, como eran una fuerza de ocupación extranjera en Judea, se dejaron llevá por los judíos que sabían má der tema!, ISPSS VI).

Recuerdo haber mantenido una conversación con el amigo Moy de la Rioja en la que me contaba que en su pueblo, aún hoy día, la gente la emprendía a golpes, collejas y arañazos, con las imágenes de Judas y con la de los sayones cuando las tenían bien a mano. Como también se conserva en algunos pueblos la costumbre del linchamiento o la quema de Judas, que procedería de una misma y antigua tradición: la de violentar a los malvados de la Pasión.

He imaginado a un maestro ceramista del siglo XVIII contemplando orgulloso su obra ya terminada y, a sabiendas de lo peor, susurrando a su azulejo antes de entregarlo:
"Sayón, tu rostro mañana..." (hermoso y literario título de la novela de Javier Marías)
O bien, algo más castizo: "Sayones que yo te pinté, desconchaos se tienen que vorvé".


Texto original publicado en la web cofradespasionensevilla el 8 de Octubre de 2010 

PDT (2013): Hace unos días paseaba por los Reales Alcázares (El Alcázar) de Sevilla y me encontré con otro de estos desconchados selectivos, que además nos ofrecía cierta posibilidad de metáfora sevillana. Sí, porque el rostro de la Temeridad también resultó intolerable para alguno de nuestros antepasados.





viernes, 6 de septiembre de 2013

Cristo en Grafito². 2.m. "definición enmendada por la 23ª Ed.". Utrera (Sevilla)


"Es icono que palpita, y es la imagen sin nitrato de plata ni caja de luz" (Eloy Fdez Porta)


Segunda acepción de grafito según el diccionario de la Real Academia Española: 
grafito2.
(Del it. graffito).

1. m. Escrito o dibujo hecho a mano por los antiguos en los monumentos.

2. m. Letrero o dibujo circunstanciales, generalmente agresivos y de protesta, trazados sobre una pared u otra superficie resistente.

Artículo enmendado.
Avance de la vigésima tercera edición

grafito2.
(Del it. graffito).

1. m. Escrito o dibujo hecho a mano por los antiguos en los monumentos.

2. m. Letrero o dibujo circunstanciales, de estética peculiar, realizados con aerosoles sobre una pared u otra superficie resistente.

Bien por redefinir el grafito² 2.m.: la agresividad y la protesta no eran consustanciales.