jueves, 7 de noviembre de 2013

Esa otra botánica tan cercana y tan cofrade.

Además del azahar, las ramas del olivo y las palmas, coexiste en la ciudad esa otra botánica tan cercana y tan cofrade.




Con la flexibilidad de estas ramas se podría configurar una terrible corona. Porque en Cuaresma no sólo brota el azahar, también brotan las espinas.






Las hojas del popularmente llamado Cardo Borriquero querrían ver algún día su nombre borbado en alguna insignia de los tramos que acompañan al paso de Virgen.
Así anunciarían al pueblo, en letras plateadas, un orgulloso: SILYBUM MARIANUM NOMEN NOSTRUM EST (Nuestro nombre es Cardo Mariano).






Flores secas de cardos marianos (evitaremos llamarlos borriqueros de aquí en adelante) que soñaron con acompañar a la Canina del Santo Entierro en su estación de penitencia. No pudo ser.






Las ortigas, hoy despreciadas por los floristas pero no ayer por los poetas, también son muy cofrades. Antes no había iglesia con solera que no tuviese algunas ortigas y jaramagos entre sus grietas. Esto sí que es un ejemplo de poesía cofrade con mayúsculas (y con ortigas):
"Callan los nazarenos y la gente. Y ortigas de silencio y contrición crecen entre las quiebras de la culpa."  
(Sobre los arenales del Silencio, del Semana Santa: Teoría y Realidad. Antonio Núñez de Herrera, 1934) 




Morae sisyrinchium. Ya están en el campo, pidiendo a gritos de silencio pasos de misterio.





 La yedra es una enredadera y trepadora de hojas grandes y suaves. No pincha. Es una planta muy resistente, antes se derrumba la tapia que la soporta. Es el hábitat natural del Dragón de la Canina. Mullidito entre las yedras es feliz acompañando a su dueña y señora.

¡Si me pusiera estupendo, y corto-copio-pegase aquí algunos fragmentos de tratados de simbología religiosa asociada a las yedras y a todas estas plantas que hemos visto: espinos, cardos, ortigas! Plantas que culturas ancestrales como Egipto, Mesopotamia, Israel, Grecia han tenido por míticas y han usado en sus ritos con su evidente carga de simbolismo sagrado, para ya en el cristianismo pasar a ser pura botánica cristológica y mariana... todo esto resulta de lo más apasionante, eh. ¿A qué esperáis...? 





Vista de Sevilla en Cuaresma, una ciudad cofrade por su naturaleza cercana (aunque a veces ésta pinche).


Texto original publicado en la web cofradespasionensevilla el 2/03/2013.

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