Werner Tübke recibía encargos oficiales para que mostrara en su obra la lucha de las clases y de las religiones a través del tiempo. Lo que ocurre es que Tübke lo hacía a su manera. En sus títulos La revuelta campesina o La temprana revolución de la burguesía en Alemania o similares, aprovechaba para mostrar toda la fuerza de su peculiar estilo: Realismo mágico, simbolismo y surrealismo, hacían de su pintura una pura expresión metafórica. Pero ese estilo no terminaba de gustar a los gobernantes de la RDA que lo acusaban de frivolidad y falta de compromiso con la causa. Tübke imitaba las fórmulas de Brueghel, de Durero, de Cranach, de El Bosco, de pintores renacentistas... pero recreándolas y cargándolas de modernidad. Seres irreales, símbolos, objetos, personajes creados con miembros de animales o plantas, y un sin fin de seres imaginarios pueblan de forma caótica sus cuadros o murales.
En su cuadro titulado "Lebenserinnerungen des Dr. Jur. Schulze. VII" (Los recuerdos del Doctor Schulze) de 1965 Werner Tübke parece que hubiese pintado algunos nazarenos, o al menos eso me ha parecido ver a mí el otro día cuando revisaba su extraña obra. Deciros que con esta serie recibió la crítica oficial de las autoridades de su propio país, por ser poco comprometida. Más bien lo sería por ser incomprendida. Dicen que Tübke, ya anciano y ya desaparecida la RDA, dijo: "Nunca me doblegué ante ellos".
Lo cierto y verdad es que vemos a estos seres de capirotes y túnicas moradas, vara con escudo simbólico, faja púrpura, que parecen querer contener la avalancha de imágenes que se les viene encima. Son como extraños nazarenos que se pintaron en la RDA mucho antes de que se desplomara el telón de acero. Como extraños frutos arrancados en psicoanálisis de la mente del Dr.Jur. Schulze.
(Texto publicado en la web cofrades.pasiónensevilla el 9 de Diciembre de 2010)
No hay comentarios:
Publicar un comentario