miércoles, 30 de septiembre de 2009

Imág. secundarias de la Pasión según Sevilla.(II)


Fotografía: La Sevilla que no vemos.


II. LOS CABALLOS (DE LOS CABALLOS, VALGA EL RELINCHO)

De todas las imágenes secundarias de la Semana Santa de Sevilla, los caballos de Los Caballos son las que tienen mayor relevancia en las cofradías de la ciudad, y eso que son representaciones de animales. Ninguna otra figura secundaria, por muy humana y santa que ésta sea, consigue lo que ellos logran: la titularidad auténtica de su corporación. Tal es así, que la hermandad debe a ellos su nombre popular, o sea, su verdadero nombre, porque todos los cofrades conocen a la querida Hermandad de la Exaltación como la Cofradía de los Caballos.

Una vez, un hermano mayor de esta cofradía recriminó a un joven y bienintencionado periodista por referirse a su hermandad como la de Los Caballos. El pobre hombre que no había cometido falta alguna, se tuvo que tragar la absurda reprimenda del hermano encumbrado de turno (cuyo nombre ya se olvidará; y en cambio, el de Los Caballos perdurará) únicamente por nombrarla como la Cofradía de Los Caballos, nombre que la ciudad le otorgó en su rico evangelio popular y en el devenir de los siglos... porque ese es y será su nombre, le pese al que le pese.


-¿Por qué Los Caballos? ¿Es la cofradía del gremio de los jinetes? 

-No, hombre, no...

Veremos ahora cual es la historia de esta antigua y popular hermandad sevillana. Y es que a los cofrades no les bastó con subir ar Señó o a su bendita Madre en un paso. Se empezó con una figura, pero pronto descubrieron que si se añadían más imágenes al paso, la cosa funcionaba mejor y resultaba más espectacular, que era de lo que se trataba en el fondo. Se escenificó entonces la Pasión según Sevilla, y se abrían nuevos y variados horizontes. Por ejemplo:

¿Er Señó solo amarrao?...Ponle unos romanos y unos sayones al lao y verás como quea;¿Er Señó en lo arto de un burro y ya está?...Ponle una palmera y un enano subío ener tronco (pero qué c... hará ahí, da igual, tú ponlo), ponle unas mujeres de Jerusalem, unos niños con ramitas, y verás la que se forma;¿Er Señó con la cruz a cuesta na má?...Ponle a la Verónica, o al Cirineo y ya lo tienes ahí más acompañao;¿La Virgen llorando sola?...Ponle un San Juan, o los Santos Varones y las Tres Marías, a la vez, dándole el pésame, y la escena quitará el sentío.
Pues bien, hace siglos la antigua Hermandad de la Exaltación, decidió poner romanos ener paso del Señó,... después, si pones romanos, por qué no poner un romano a caballo, y en vez de un caballo, por qué no dos...¿Pasa argo? Y así empieza la Hermandad de la Exaltación a poner caballos encima del paso, sin saber en ese momento que está cambiando su propia historia, sin saber que esos caballos de atrezzo serán su santo y seña por los siglos, sin saber entonces que serán ellos Los Caballos para la posteridad. Y esto no lo hicieron de forma consciente, es decir, no llegó un día ningún prioste febril y lanzó aquello de: "¡Fagamos un paso con caballos tal..., que las generaciones venideras nos tomen por locos y nos llamen la Cofradía de Los Caballos!". No, así no fue la cosa, que va, esos hombres no sabían lo que hacían, eran, de algún modo, inocentes en el cambio de nomenclatura...

Y eso que los caballos de Los Caballos se han ido modificando y renovando con el paso del tiempo. Pero esos caballos son como el ruiseñor de Keats (Oda a un ruiseñor,1819). Es decir, los hombres miramos esos caballos "que no huellan las hambrientas generaciones", cuyos galopes y relinchos, que hoy resuenan, son los mismos que sonaron, una antigua tarde en Israel. El individuo es de algún modo la especie, y estos caballos de hoy, son también aquellos caballos de Jerusalem, "locura más extraña es pensar que fundamentalmente son otros" (Pedazo de tesis que me está quedando, gracias, Borges).


Y qué decir de los diferentes caballos que habrán tenío Los Caballos en estos siglos; caballos de papelón, de terracota o pasta, caballos de daguerrotipo con fogonazo, o de foto de la Feria, imitación de caballos disecaos...Y así, hasta llegar a los actuales, hermosos y relucientes, que nosotros ahora pensamos (ilusoriamente) serán ya eternos.

Aquí llegan los dos caballos de Los Caballos, mirando cada uno pa un lao de la calle. Mirándote ahora, como los viejos caballos que una tarde antigua miraron a otros que eran como tú y que ya no son. Mirándote esta tarde de Jueves Santo, como miraron hace siglos a los romanos jugarse a los dados la túnica der Señó.


(Texto publicado en la web cofradespasionensevilla el 5 de Marzo de 2009)


Apostilla punk: Vio los Caballos, caballos, caballos, caballos... ¿pero cuántos dedos caben en los ojos de un caballo? (Horses, Patti Smith)

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