domingo, 19 de enero de 2014

Cofradías penitenciales en el salvaje Oeste: Nuevo México, meridiano de sangre y flagelación.




Recomiendo la lectura de dos artículos sobre la historia y existencia de cofradías penitenciales en Nuevo México en el siglo XIX. Me han parecido interesantísimos y por eso los recojo en el blog junto con algunas viejas fotografías que ilustran aquel mundo.


                  Casas de Hermandad "Moradas" Nuevo México. Fot. Librería Histórica Denver



Nuevo Mexico a mediados del siglo XIX y hasta bien entrado el siglo XX, era una gigantesca frontera entre tres mundos que se disputaban a muerte cada palmo de tierra. Un verdadero "Meridiano de Sangre", tal y como lo definió magistralmente en aquella soberbia novela, atípico western, el escritor Cormac McCarthy. El choque cultural, brutal, violento, de exterminio y supervivencia, que se produjo entre los colonos anglosajones que se expandían hacia el Suroeste, la población mexicana con su evidente carga de influencia colonial española, y las diferentes tribus indias que habitaban allí desde mucho antes, convirtieron ese meridiano en un mundo fronterizo entre la misma vida y la muerte. En muchas ocasiones, un verdadero infierno sobre la tierra, en los que la vida era tan efímera como la simple dirección en la que soplara el viento. En aquel mundo, casi apocalíptico, se tiene constancia de la existencia de cofradías penitenciales que durante la Semana Santa cumplían con sus ritos de penitencia y flagelación.

Penitentes en Nuevo México 1896 . Fot. web Denverlibraryhistory.

Los artículos son estos:

Artículo 1: Hermandad de Penitentes en Nuevo México. (Pinchad aquí)

"Una niña que lleva un crucifijo extraño, una figura de la Virgen vestida con un traje negro, encabezó la procesión. A continuación estaba una majestuosa mujer mexicana rezando en voz alta, y detrás siguió un centenar de mujeres, niños y hermanos que cayeron de rodillas cada cincuenta metros más o menos a orar y a cantar himnos o cánticos extraños mientras caminaban..".


Fot. archivo New Mexico del artículo de Robert Torrez                        

     

Artículo 2: Influencia de los genízaros en las prácticas penitenciales. (Pinchad aquí)

"... Me llamó la atención un hombre casi desnudo, llevando, a imitación de Simón, una enorme cruz en el hombro que, aunque construida de la madera más ligera, debía de pesar más de cincuenta kilos ... "


Fot. Archivo New México del artículo de Robert Torrez

Siempre había escuchado a los historiadores sobre Cofradías y Hermandades referirse a América como un continente que conservaba un patrimonio cultural y religioso inmenso, así como numerosas prácticas penitenciales que en España habían caído en el olvido. Casi siempre eran referencias a la América más latina, más al sur. Con estos dos magníficos artículos comprobamos que también aconteció así, en aquella terrible frontera del norte de México donde la vida era un verdadero milagro.



          Fot: Muchacho portando una cruz penitencial décadas más tarde.(USA)


Añadan este impresionante enlace sobre el tema 
http://www.gutenberg.org/files/44678/44678-h/44678-h.htm

PD: otro libro de Alberto López Pulido, "The Sacred World of the penitens" también trata sobre el tema.

5 comentarios:

  1. Qué lástima que el segundo articulo, más extenso, haya de leerse tan "de aquella manera" a través del traductor. Muy recomendable.
    No bromeo, hablamos de western cofrade: el entorno de una peli de vaqueros para una realidad similar a la nuestra en pasadas centurias. Muy, muy interesante. Gracias.

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  2. Puenti, lee esto.

    "Al margen de los referidos Django, Sabata y Sartana, sin duda los representantes más populares del estilo, ¿qué otros personajes destacarías en atención a sus particularidades?

    Hay todo un capítulo del libro que dedico a lo que he denominado «Los pistoleros divinos». Uno de los fenómenos del western europeo fue el peso que adoptó el fenómeno religioso en todo su universo. Rosarios, cruces, cementerios… Ni en el máximo esplendor del cine franquista se habían visto tantos elementos religiosos en la pantalla. Los cineastas no utilizaban estos símbolos por ningún motivo de fe, sino primero por la estética, y luego como elemento transgresor. ¿Qué podía haber más transgresor en esa época que bautizar a un pistolero asesino con el nombre de Ora Pro Nobis?"

    http://cerebrin.wordpress.com/2013/02/18/entrevista-a-pablo-merida-autor-de-django-y-los-angeles-de-la-muerte-del-western-europeo/

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    1. ... y ese impulso simplemente estético y trasgresor de la simbología cristiana se asimiló después por el pop y la moda. En ese mundo vivimos.

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  3. César, tú lo has dicho, es inmejorable porque no es cosa mía, simplemente son dos artículos interesantísimos que enlazo en el blog sobre un tema que nos apasiona.

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